Lazos históricos de Amistad entre Brasil y Paraguay
Por Flávio Soares Damico, Embajador de Brasil en Paraguay
En medio a los desafíos que nos impone la pandemia del nuevo coronavirus, asimismo encontramos razones para alegrarnos, una vez los lazos históricos de amistad y cooperación que unen el Brasil y la hermana República del Paraguay siguen fortaleciéndose.
En este casi año y medio desde el inicio de la crisis sanitaria, Brasil y Paraguay no solamente mantuvieron el diálogo en el más alto nivel sino también, pese a las dificultades, lograron avanzar en la implementación de los proyectos que integran la amplia y intensa agenda bilateral.
Pasados los momentos de profunda incertidumbre al inicio la pandemia, pudimos concertar acciones que permitieron la libre circulación de personas y el comercio entre nuestros dos países. En realidad, nos alegra constatar que el comercio bilateral sigue creciendo y diversificándose en beneficio mutuo.
Los inversores brasileños igualmente mantienen su confianza en el potencial crecimiento de la economía paraguaya. Tanto es así que está en marcha el plan de un grupo empresarial brasileño para la implementación de una usina de biocombustibles avanzados en el Paraguay - el proyecto Omega Green - que va a generar puestos de trabajo de alta calificación en uno de los rubros de punta de la llamada economía verde. Será una de las más importantes inversio nes en el Paraguay, después de la construcción de las usinas binacionales.
Igualmente están en etapa avanzada de implementación los nuevos puentes internacionales sobre los ríos Paraná y Paraguay, los cuales ampliarán las conexiones de infraestructura entre nuestros dos países, reduciendo costos y creando nuevas oportunidades económicas para ambos países.
El puente entre Puerto Murtinho y Carmelo Peralta forma parte del corredor bioceánico, proyecto que transformará al Paraguay en el centro de la logística de transporte regional para atender la demanda de los dinámicos mercados asiáticos. Asimismo, con la colocación de la piedra fundamental del Puente de la Integración en el 2019, los presidentes Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez concretaron un proyecto anhelado por años en las comunidades fronterizas.
De la misma manera, no nos descuidamos de la asistencia humanitaria. Dentro de los limites de nuestras posibilidades, seguimos brindando cooperación al Paraguay con la donación de medicamentos y kits de testes para Covid-19.
Trabajamos en conjunto con las autoridades sanitarias brasileñas con miras a que se autorice la exportación de oxígeno medicinal para suplir las necesidades urgentes del sistema hospitalario paraguayo. En fin, hemos procurado mantener los vínculos de solidaridad entre los dos países a lo largo de este difícil periodo que nos toca vivir.
Brasil y Paraguay comparten una historia común rica y diversa. Seguimos esperanzados de poder profundizar aún más esta relación que tantos beneficios trae a nuestros compatriotas.
En medio a los desafíos que nos impone la pandemia del nuevo coronavirus, asimismo encontramos razones para alegrarnos, una vez los lazos históricos de amistad y cooperación que unen el Brasil y la hermana República del Paraguay siguen fortaleciéndose.
En este casi año y medio desde el inicio de la crisis sanitaria, Brasil y Paraguay no solamente mantuvieron el diálogo en el más alto nivel sino también, pese a las dificultades, lograron avanzar en la implementación de los proyectos que integran la amplia y intensa agenda bilateral.
Los inversores brasileños igualmente mantienen su confianza en el potencial crecimiento de la economía paraguaya. Tanto es así que está en marcha el plan de un grupo empresarial brasileño para la implementación de una usina de biocombustibles avanzados en el Paraguay - el proyecto Omega Green - que va a generar puestos de trabajo de alta calificación en uno de los rubros de punta de la llamada economía verde. Será una de las más importantes inversio nes en el Paraguay, después de la construcción de las usinas binacionales.
Igualmente están en etapa avanzada de implementación los nuevos puentes internacionales sobre los ríos Paraná y Paraguay, los cuales ampliarán las conexiones de infraestructura entre nuestros dos países, reduciendo costos y creando nuevas oportunidades económicas para ambos países.
El puente entre Puerto Murtinho y Carmelo Peralta forma parte del corredor bioceánico, proyecto que transformará al Paraguay en el centro de la logística de transporte regional para atender la demanda de los dinámicos mercados asiáticos. Asimismo, con la colocación de la piedra fundamental del Puente de la Integración en el 2019, los presidentes Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez concretaron un proyecto anhelado por años en las comunidades fronterizas.
De la misma manera, no nos descuidamos de la asistencia humanitaria. Dentro de los limites de nuestras posibilidades, seguimos brindando cooperación al Paraguay con la donación de medicamentos y kits de testes para Covid-19.
Trabajamos en conjunto con las autoridades sanitarias brasileñas con miras a que se autorice la exportación de oxígeno medicinal para suplir las necesidades urgentes del sistema hospitalario paraguayo. En fin, hemos procurado mantener los vínculos de solidaridad entre los dos países a lo largo de este difícil periodo que nos toca vivir.
Brasil y Paraguay comparten una historia común rica y diversa. Seguimos esperanzados de poder profundizar aún más esta relación que tantos beneficios trae a nuestros compatriotas.
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