Empresas familiares

En estos últimos dos años de pandemia, seguido de la crisis económica actual, se ha empezado a hablar mucho de la importancia que tienen las empresas familiares en nuestro país y en el mundo. Pero limitándose sólo a nuestro medio, encontramos que las empresas familiares aportan significativamente a la economía del país, en cuanto a generación de riqueza, innovación tecnológica y generación de empleo.


Las estadísticas muestran los siguientes aportes de las empresas familiares en Paraguay:


  • Son responsables de más del 65% del PIB.

  • Son generadoras de por lo menos el 60% de las contribuciones al seguro social, y por ende sostienen las jubilaciones con sus aportes.

  • Son las que más invenciones patentadas o transfieren a compañías más grandes.

  • Están presentes en casi toda la geografía nacional.


He ahí que radica su importancia, siendo menester de parte del Gobierno Nacional establecer políticas públicas tendientes a proteger al sector, incentivar sus proyectos con acceso a fuentes de financiación a corto, mediano y largo plazo, según las necesidades y apoyar su crecimiento y fortalecimiento mediante capacitación técnica y profesional.


Obviamente los esfuerzos por proteger a este sector no son los más deseados, por lo que existen altos riesgos de discontinuidad con el paso del tiempo y, en especial con el cambio generacional.


Es así que  el ciclo de vida promedio de estas organizaciones son muy cortas y son escasas las oportunidades de crecimiento, desarrollo y continuidad en el tiempo.


En general, las investigaciones han demostrado que sólo 15 de cada 100 empresas sobrepasan a la tercera generación y por lo tanto se estima que anualmente unos 1.200 emprendimientos familiares dejan de funcionar y se cierran, generando la pérdida de por lo menos 9.000 puestos de trabajo. Por supuesto que surgen nuevos emprendimientos en compensación, que van absorbiendo los empleos perdidos, pero para la economía esto representa apenas una circunstancia paliativa.



¿Pero cómo surgen las empresas familiares y cómo evolucionan las mismas con el paso del tiempo? Es evidente que la economía presenta oportunidades en todos los campos y es la inventiva y el empeño de los emprendedores los que propician la fundación de una pequeña empresa familiar, la cual se forja como actividad de sostenimiento económico, en la esperanza de servir de amparo al principio y, mediante el esfuerzo y la constancia, poder lograr un desarrollo que posibilite el bienestar económico en el futuro para la familia y la descendencia.


Algunas logran desarrollarse con el tiempo y crecer con bastante éxito, pero como lo hemos visto, pocas llegan a un grado de éxito que trascienden fronteras. Pero las estadísticas poco favorables radican en que las empresas familiares poseen características típicas de compañías no profesionalizadas, no poseen planes sustentables, la mayoría gestionan los negocios con conocimiento empírico y no técnico, y están viciados por los mismos problemas que afectan a las familias como la tendencia natural a no marcar una separación de roles empresa/familia, conflictos que agravan los lazos afectivos y terminan afectando la marcha de los negocios.


Otros problemas que afrontan las empresas familiares radican en la dificultosa transición de la primera a la segunda generación por disparidad de criterios entre pares; conflictos de interés que surgen principalmente en la segunda generación cuando se van incorporando los terceros afines o por una inadecuada política de nepotismo, sin considerar ni evaluar las motivaciones, habilidades y capacidades de los que pasan a integrar las posiciones en la jerarquía empresarial.


La falta de diálogo sobre estos y muchos otros factores negativos, terminan por acostumbrar a los integrantes, a que esta situación es lo normal y no se preparan para los imponderables, por lo que cuando surgen las crisis, ya resulta muy tarde de subsanarlos.

Es por esta razón que los especialistas en empresas familiares sostienen que es muy importante abordar abierta y claramente las consecuencias que resultan el soslayar la problemática que enfrentan las empresas familiares. Tomar consciencia de los enormes beneficios a obtener, tanto los actuales líderes de familias, como su descendencia, al optar por una profesionalización de la gestión empresarial familiar, entendiendo por profesionalización como la formalización de una estructura y procesos claros y transparentes, que garantice una gestión de calidad.

Lo importante es lograr acuerdos en los buenos tiempos de la empresa, fundamentalmente cuando ésta transita por la segunda generación, ya que este es el momento de definir reglas y sobre todo desarrollar valores familiares que solidifiquen los cimientos de la empresa, siendo también algo muy importante el poder conversar y acordar acerca del sucesor del fundador.


Algo que parece lógico, pero que nunca se incorpora en los planes corporativos a largo plazo, es la necesidad de implementación de una política de fortalecimiento patrimonial en el tiempo.  Esto resulta muy necesario ya que, al pasar el tiempo, el grupo familiar se hace más numeroso y la riqueza per cápita va reduciéndose. Por ello es importante que las empresas se fijen objetivos de crecimiento de por lo menos 7% anual para mantener la riqueza que asegure el bienestar de las siguientes generaciones.


Es mucho lo que puede hablarse sobre empresas familiares y resulta complicado resumirlo en poco espacio. Temas tan importantes como el protocolo familiar, la sucesión de mando de la empresa, la opción de formar parte o no de la compañía, la visión de dinastía y otros, son aspectos que deben ser abordados por los miembros de las empresas familiares, y nunca viene mal pedir asesoramiento para mediar en las circunstancias, sobre todo para realizar los esfuerzos tendientes a preservar la empresa y posibilitar su crecimiento y consolidación, más aún en una época en que existen enormes cambios en materia de tecnología, mercado y sofisticación extrema del consumidor.


Por último, resulta muy interesante acotar la marcada diferencia existente en los modelos de empresas familiares hoy vigentes, sobre todo cuando cada generación ha dejado su impronta en la estructura y la filosofía empresarial, lo cual representa la verdadera identidad de cada compañía y las marcas de su evolución en el tiempo. Vale la pena enriquecerla con la capacidad y el conocimiento de las nuevas generaciones, los que sin duda, con una adecuada política de gestión, aportarán modernidad y mayor eficiencia a la gestión en general.


Por PCG AUDITORES CONSULTORES


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