GRADO DE INVERSIÓN: Perspectiva de sus potenciales relaciones comerciales con Brasil
*por Juan Carlos Boggino, abogado Socio del estudio jurídico Peroni Sosa Tellechea Burt & Narvaja – Abogados
Las “calificadoras de riesgo”, también denominadas como: “calificadoras de valores”, son entidades internacionales privadas e independientes que dictaminan acerca de las emisiones de instrumentos representativos de deuda y a los emisores de valores, para establecer el grado de riesgo que dicho instrumento representa para el inversionista.
Evalúan la certeza de los pagos oportunos del capital, así como de sus respectivos intereses, por parte de la entidad emisora y constatan su existencia legal, a la vez que ponderan su situación financiera.
Las tres principales calificadoras de riesgos que analizan y cualifican el cumplimiento de este tipo de aspectos crediticio-económico-financieros relativos a la República del Paraguay son: la calificadora Moody´s Investors Service, la calificadora Standard & Poor’s, y la calificadora Fitch Ratings.
La República del Paraguay se caracteriza por tener una economía abierta, razón por la cual el país ofrece diversos atractivos que, obviamente, son considerados como “ventajas comparativas” para los inversionistas internacionales interesados en colocar sus capitales, entre los que podrían destacarse: la facilidad para invertir, las bajas tasas impositivas indirectas y corporativas entre todas las que ofrecen los demás países de la región, bajos costos de energía eléctrica, una fuerza laboral mayoritariamente joven y en franca expansión, y, también, el hecho comprobado de mantener, durante las dos décadas, una macroeconomía lo bastante estable y con políticas económicas y monetarias comprometidas para cuidar y proteger las metas nacionales sostenibles. Estas características económicas de nuestro país propician, pues, la certidumbre en los potenciales resultados de la inversión de capitales que son interesantes para el mercado internacional.
Durante los últimos años, la República del Paraguay ha logrado mantener su calificación crediticia, así como la perspectiva estable y positiva de su economía, según los análisis y evaluaciones que han realizado las calificadoras Fitch Ratings y Moody's Investors Services, respectivamente. La calificadora Standard & Poor´s ha considerado un aumento en la calificación crediticia del país y también mantuvo las perspectivas optimistas para las inversiones.
Todas estas confirmaciones positivas sobre la economía paraguaya se dieron pese a las coyunturas económicas en los ámbitos internacional y nacional que estuvieron caracterizadas por choques externos e internos, tales como la caída de los precios de las materias primas, la difícil situación mundial causada por la pandemia de la enfermedad del Covid, cuyos efectos adversos se prolongaron aún post-pandemia, y también por la prolongada sequía que ha afectado a nuestra región continental durante las últimas cosechas.
Todas las situaciones circunstanciales expuestas precedentemente, sin embargo, tuvieron una derivación auspiciosa para la República del Paraguay, consistente en que, a fines de julio próximo pasado, la agencia internacional Moody’s mejoró la nota de crédito de la República del Paraguay, la cual pasó de Ba1 a Baa3, posicionando al país en el primer peldaño del segmento de calificación conocido como: “grado de inversión”.
Esto fue posible gracias al crecimiento económico sostenido que ha registrado el país en los últimos años y, también, debido a la gran capacidad que ha demostrado el Paraguay para responder a los “choques”. En efecto, sabido es que el Paraguay se ha destacado, principalmente, en la industria agrícola y en la generación hidroeléctrica, actividades que están muy expuestas a factores climáticos, tales como las sequías.
Así quedó demostrado en el año 2022, cuando la economía paraguaya creció solo 0,2% en términos reales, ya que las condiciones severas de sequía perjudicaron la producción de soja y de otros granos, además del sector hidroeléctrico. Esto afectó a alrededor del 24% y del 17% de las exportaciones totales en el ejercicio 2022, respectivamente. Sin embargo, la economía paraguaya repuntó en el año 2023 con un crecimiento del 4,7% y las perspectivas estiman que, al finalizar el corriente año en curso, la economía paraguaya pudiere alcanzar un ritmo de expansión del 3,7%.
Todos estos antecedentes nos persuaden a esperar que la economía paraguaya continúe evolucionando en forma positiva y que la resistencia a los choques se mantenga, apoyada por los esfuerzos de Paraguay para invertir en infraestructura pública y atraer más inversión extranjera directa e integrarse aún más en las cadenas de suministro orientadas a la exportación. Esto mitigaría los riesgos relacionados con la exposición del país a la volatilidad de los precios de las materias primas y la ocurrencia de los eventos climáticos extremadamente adversos.
Posibles efectos jurídicos
Desde el punto de vista jurídico, la obtención del “Grado de Inversión”, otorgado por Moody’s a la República del Paraguay, también podría traer aparejada en una serie de efectos legales que, acaso, podrían impactar tanto a nivel nacional como internacional. Algunos posibles efectos jurídicos, que podrían derivarse de esta nueva calificación, serían:
- Acceso a Financiamiento Internacional: Con el “Grado de Inversión”, la República del Paraguay puede acceder a mercados internacionales de capital con condiciones más favorables a las que hasta ahora ha obtenido. Esto incluye la obtención de tasas de interés más bajas y de plazos de financiamiento más largos. Legalmente, esto podría traducirse en la emisión de bonos soberanos bajo nuevas condiciones y la negociación de préstamos internacionales con términos y codiciones mejorados.
- Atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED): Los inversores internacionales suelen considerar el Grado de Inversión como un indicador de estabilidad económica y política. Esto puede llevar a un aumento en la inversión extranjera directa. Desde el punto de vista jurídico, el Paraguay podría revisar y ajustar su marco legal aplicable a la inversión extranjera, para promover leyes sobre protección de inversiones extranjeras, tratados bilaterales de inversión y regulaciones más precisas sobre el ingreso al país del capital extranjero.
- Revisión de Legislación Financiera y Fiscal: Para mantener el “Grado de Inversión”, la República del Paraguay también podría verse impulsada a fortalecer su actual legislación financiera y fiscal. Esto podría incluir la adopción de nuevas leyes o la modificación de las existentes para mejorar la transparencia fiscal, la gestión de la deuda pública y la regulación del sector financiero, adoptando las nuevas y más modernas instituciones legales aplicables al financiamiento e inversión de capitales extranjeros.
- Impacto en Contratos Existentes: La nueva calificación crediticia podría activar cláusulas en contratos financieros existentes. Por ejemplo, algunos contratos de deuda incluyen “cláusulas de mejora” que ajustan las condiciones originales del préstamo tomado si el país lograre una mejor calificación crediticia. Esto podría requerir revisiones legales y renegociaciones de términos contractuales que deberían ser analizadas en cada caso.
- Reformas en Gobernanza y Transparencia: Para mantener y mejorar la calificación recientemente lograda, el país podría verse en la necesidad de implementar reformas en gobernanza y transparencia, lo que podría implicar la revisión normativa vigente y establecer cambios legales aplicables a la administración pública, a los procesos de auditoría gubernamental, y a los mecanismos de rendición de cuentas.
- Efectos sobre la Legislación Laboral y Social: La atracción de inversión extranjera y la mejora del acceso a los mercados internacionales también podrían tener efectos en la legislación laboral y social, especialmente, si la inversión viene atada a demandas de cambios en las condiciones laborales o en la protección social.
- Aumento en la Confianza: El “Grado de Inversión” puede aumentar la confianza de Brasil en la estabilidad económica de Paraguay. Esto podría traducirse en un incremento de las transacciones comerciales, ya que las empresas brasileñas podrían estar más dispuestas a realizar inversiones y acuerdos comerciales con socios paraguayos, sabiendo que ahora el país tiene una economía más sólida.
- Proyectos Conjuntos: Podría facilitar la creación de proyectos binacionales, especialmente en áreas estratégicas como la energía, infraestructura y agricultura, donde ambos países ya tienen un vasto historial de cooperación.
- Flujo de Inversiones desde Brasil: Empresas brasileñas podrían ver a Paraguay como un destino más seguro para la inversión, impulsando proyectos en sectores como la manufactura, tecnología y agroindustria.
- Operaciones de Maquila: El “Grado de Inversión” podría incentivar a empresas brasileñas a establecer más operaciones en Paraguay, aprovechando incentivos fiscales y la mano de obra competitiva, tal como lo demuestra la activa participación brasileña en las operaciones industriales amparadas por el Régimen de Maquila.
- Zonas Francas y Exportación: El aumento de la Inversión Extranjera Directa podría impactar positivamente en las zonas francas de Paraguay, con empresas brasileñas utilizando estas áreas para exportar productos con ventajas arancelarias, beneficiándose del acuerdo Mercosur.
- Financiamiento de Proyectos: La nueva calificación crediticia podría facilitar el acceso al financiamiento internacional para proyectos binacionales entre Paraguay y Brasil, tales como aquéllos vinculados con el desarrollo de la infraestructura de transporte, la ampliación del sistema de distribución de la energía eléctrica y el desarrollo de mayores negocios fronterizos. Esto se debe a que los proyectos compartidos podrían ser considerados menos riesgosos por los inversores internacionales brasileños.
- Nuevas Asociaciones Público-Privadas (APP): La estabilidad económica paraguaya percibida también podría fomentar la creación de diversas Asociaciones Público Privadas o APPs entre empresas de ambos países, con la participación de una mayor cantidad de empresas brasileñas en el desarrollo y la ejecución de proyectos de desarrollo en Paraguay, que, obviamente, podrían merecer condiciones de financiamiento internacional más favorables debido a la calificación recientemente otorgada por Moody’s.
- Facilitación del Comercio: El “Grado de Inversión” podría llevar a una mayor integración logística entre ambos países, facilitando el comercio bilateral. Se podrían negociar nuevos acuerdos para optimizar el transporte terrestre y fluvial, reduciendo costos y tiempos de exportación e importación.
- Puertos y Corredores Bioceánicos: Brasil podría estar más dispuesto a colaborar en el desarrollo de infraestructuras como puertos y corredores bioceánicos, que faciliten el comercio desde y hacia Paraguay a través de territorio brasileño.
- Revisión de Acuerdos Comerciales: El “Grado de Inversión” podría ser un catalizador para la revisión o expansión de los acuerdos comerciales existentes entre ambos países, buscando maximizar las oportunidades derivadas de la mayor estabilidad económica de Paraguay.
- Diplomacia Económica: Paraguay podría utilizar su nuevo estatus crediticio para fortalecer su posición en negociaciones comerciales dentro del Mercosur y con el Brasil en particular, buscando acuerdos que favorezcan el crecimiento económico mutuo.
- Acceso a Nuevos Mercados: Ambos países podrían colaborar para acceder a nuevos mercados internacionales, especialmente en sectores donde Paraguay tiene ventajas competitivas, como la agricultura y la energía. Esto podría derivar en alianzas estratégicas para la exportación conjunta.
- Competencia Regional: Si bien el Grado de Inversión fortalece al Paraguay, también podría generar una mayor competencia con el Brasil en la atracción de inversiones extranjeras. Sin embargo, esta competencia puede ser constructiva si se manejan adecuadamente las relaciones bilaterales.
En resumen, el “Grado de Inversión” por parte de Moody's podría también tener un impacto significativo en el marco normativo del Paraguay, debiendo quizás impulsarse algunos ajustes o reformas legales, la revisión y renegociación de contratos existentes, y la revisión de normativas reglamentarias para alinearse con las expectativas internacionales y mantener la estabilidad económica que respalda la calificación obtenida.
Posibles efectos en las relaciones comerciales entre Paraguay y Brasil
La obtención del “Grado de Inversión” por parte de Paraguay podría influir significativamente en sus relaciones comerciales con Brasil, su principal socio comercial, y con las empresas de la imponente industria brasileña. Algunos posibles efectos podrían ser los siguientes:
1. Fortalecimiento de la Confianza Bilateral
2. Incremento en la Inversión Extranjera Directa (IED)
. Mejora en las Condiciones de Financiamiento para Proyectos Binacionales
4. Optimización de Comercio y Logística
5. Influencia en las Políticas Comerciales y Diplomáticas
6. Competencia y Colaboración en Mercados Externos
En resumen, la reciente obtención del “Grado de Inversión” por parte de Paraguay podría tener un impacto positivo en sus relaciones comerciales con Brasil, fortaleciendo la confianza, incrementando la inversión y facilitando proyectos conjuntos. Estos efectos pueden contribuir a una mayor integración económica y a la optimización de las relaciones bilaterales en el contexto regional.
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